Agarró Oriol Serviá el liderato de las 500 Millas de Indianápolis en la vuelta 96. Fue circunstancial, la estrategia le dejó en esa posición, porque en una carrera loca no se pueden hacer planes a largo plazo. Pero no fue tan casual cuando lo recuperó en el paso por meta número 181, arriesgándose al repostar combustible por última vez antes que el resto de rivales, jugándosela con una parada menos. Necesitaba una bandera amarilla en las últimas vueltas que le permitiera ahorrar gasolina, llegó con el accidente de Tony Kanaan y el catalán se situó al frente de la carrera cuando faltaban siete vueltas para su conclusión.
Él encabezó esa última resalida cuando se marchó el coche de seguridad. Había hecho valer su experiencia, 43 años y 10 participaciones en la carrera más rápida, para llegar con opciones a la fase decisiva. Le pasaron Stefan Wilson, Jack Harvey y Will Power. Los dos primeros pararon en boxes, no tenían gasolina, y Serviá volvía a ser segundo… hasta que le tocó sufrir a él la falta de combustible. Había que apostar a todo o nada y gracias a eso luchó por la victoria, pero no le salió cara: entró en boxes en la vuelta 198 de 200 y terminó la prueba 17º y con vuelta perdida. Con todo, puede marcharse orgulloso: salió 26º, hizo más adelantamientos que nadie (46) y pudo hacer historia.
Salió vencedor el australiano Power, del todopoderoso equipo Penske equipado con motores Chevrolet. Su primer triunfo en la Indy 500 y también el primero pasa su país. Segundo Ed Carpenter (Chevrolet), que partía con la pole, y tercera posición para el neozelandés Scott Dixon, el mejor de los motores Honda. No muy lejos, cuarto, un Alexander Rossi (Honda) que protagonizó los mejores adelantamientos de la jornada.
Antes, muchos accidentes que marcaron la jornada. Para empezar el de Sato, que se llevó por delante a Davison y tuvo que despedirse de su corona sin tener la posibilidad de defenderla. Eso fue en la vuelta 50, en la 69 se fue contra el muro Danica Patrick, una de las mujeres que más éxito ha tenido en el automovilismo y que ponía fin a su carrera profesional en Indianápolis. También Bourdais, Castroneves o Karam vieron su carrera acabada golpeando contra el hormigón. Así es la Indy, todo o nada. Y esta vez, como en 2017 con Fernando Alonso, un español llegó a liderar la prueba. Llegó a soñar con ese todo…
Fuente: as.com