Las cuentas parece que no le salen a Ford y desde hace meses está tratando de alcanzar la rentabilidad de la división para América Latina sin éxito. Tras hacer muchos números finalmente la firma estadounidense tendrá que tomar medidas que no gustarán especialmente en Brasil.
La decisión más dolorosa será el cierre de la factoría brasileña situada en Sao Bernado do Campo encargada de producir varios vehículos comerciales. También han anunciado que no comercializarán en la región vehículos tan dispares como los Fiesta, Cargo, F-350 y el gran F-4000, todos ellos con una demanda buena pero inferior a la deseada para lograr la rentabilidad.
Con la salida del Fiesta en la gama de turismos, será el Figo/Aspire el encargado de cubrir el hueco entre los polivalentes y suponemos que pronto recibirá nuevos acabados para cubrir el hueco que deja el Fiesta, actualmente producido en México con carrocería hatch y sedán.
El cierre de la planta brasileña dejará sin trabajo a 2.800 empleados directos y otros muchos indirectos, especialmente de la industria de componentes y metalúrgica. Todo esto conllevará un gasto para Ford de unos 460 millones de dólares.
Fuente: autonocion.com