El subsidio a la gasolina podría ser limitado a 80 litros mensuales, menos de dos tanques completos, para vehículos particulares, según indicaron fuentes financieras enteradas a PRODUCTO.
El esquema definitivo del nuevo precio de la gasolina aún se encuentra en debate dentro del Ejecutivo; sin embargo, ya está claro, porque así lo anunció el ministro de Transporte, Hipólito Abreu, que no habrá precios diferenciados al detal y el subsidio se pagará a quienes tengan el «carnet de la patria» y se hayan registrado en el censo nacional automotriz.
Se presume que el pago del subsidio operará de la misma manera como funciona el sistema de los llamados «bonos protectores», los cuales se cancelan vía depósitos bancarios; no obstante, se está evaluando el sistema, porque los subsidios tendrán diferentes tramos, según el uso de los vehículos.
La idea, precisan las fuentes consultadas, es que este apoyo tenga la mayor incidencia social posible, por lo que el esfuerzo fiscal se focalizará en las unidades de transporte público y los vehículos de carga. Con los propietarios particulares la política sería limitar el consumo y el aporte compensatorio para que el nuevo precio tenga un efecto fiscal importante.
El gobierno tiene claro que la mayoría de los «carnetizados» no tiene vehículo propio, de manera que el subsidio para carros particulares va dirigido a los estratos medios, que van quedando. Además, uno de los argumentos históricos que el chavismo ha utilizado para justificar el incremento de los precios de los combustibles es que el precio «regalado» pagado hasta ahora, solo beneficia a los que más tienen.
Las tres clases
En un análisis publicado en sus redes sociales, Jesús Seguías, presidente de la encuestadora DatinCorp, señala que, a partir de que los combustibles se vendan en el mercado interno a precios internacionales, existirán tres tipos de venezolano: los que tienen carro y «carnet de la patria», quienes pagarán la gasolina con subsidio; los que tienen carro y «carnet de la patria», pero que usarán la gasolina como medio de rebusque, a través de la reventa; y los venezolanos con carro, pero sin «carnet de la patria», que pagarán completo el precio «internacional».
«La gran incógnita es el corto plazo. ¿Habrá un estallido social a partir del anuncio de los nuevos precios de la gasolina? Nadie está en capacidad de predecirlo. Los venezolanos ya han pasado por varios estallidos de calle sin resultado alguno y con saldos mortales. Además, hoy no existe un liderazgo político capaz de sacar a la gente a la calle. De surgir un estallido, tendrá un signo altamente anárquico, sin control alguno, y de consecuencias impredecibles», apunta Seguías en su análisis.