Las válvulas de admisión forman parte del mecanismo que permite la entrada de líquidos y gases en la cámara de combustión y en los cilindros. Se encarga de regular la entrada de la mezcla de aire y combustible.
Las válvulas de admisión se encargan de regular la entrada de aire y combustible en la cámara de combustión.
A consecuencia de ello, las válvulas deben soportar presiones y temperaturas muy altas, por lo que deben estar fabricadas en materiales muy resistentes y mediante procesos de alta precisión.
Cómo funciona una válvula y qué influye en su diseño
En un motor de combustión interna convencional, la válvula es accionada por el árbol de levas, que se encarga de determinar cuándo deben abrirse y cerrarse. Este eje, unido al cigüeñal mediante la correa o cadena de distribución, incorpora las levas, que cuentan con una forma concreta para cada válvula con el objetivo de mover el balancín que controla la apertura y cierre de las mismas.
Como hemos comentando anteriormente, las presiones y temperaturas a las que se ve sometida una válvula son enormes, por lo que su diseño intenta minimizar estas en la medida de lo posible.