La bomba de aceite es un elemento esencial para garantizar una presión adecuada en el circuito de engrase del motor.
Todo motor necesita lubricación para asegurar un correcto funcionamiento y alargar su vida útil. La bomba de aceite es, por tanto, la encargada de poner en circulación ese aceite y hacer que en todo el circuito del motor se mantenga una presión y un caudal adecuados, de acuerdo a las características del motor en sí.
Habitualmente se dice que la bomba de aceite en un auto es como el corazón en un cuerpo humano, ya que este elemento es el encargado de succionar el aceite del cárter e impulsarlo a través del filtro y las galerías de aceite hacia los cojinetes del cigüeñal y del árbol de levas. De este modo se evitarán los rozamientos indeseados que afectarían a las principales partes del motor haciendo que se quedaran inmóviles y originando el mundialmente conocido problema de motor «gripado».
Por lo general, todo motor necesita una presión de trabajo y un flujo de lubricación constante que dependerá del tipo de motor ante el que nos encontremos o de su fabricante. No obstante estas presiones de trabajo suelen oscilar entre los 2 y los 10 Kg.
Normalmente las bombas de aceite están formadas por cuatro elementos diferenciados que son: el cuerpo principal, la tapa o aspirador, dos engranajes (uno conductor y otro libre) o con ensamble de rotor y estator (uno interior y otro exterior) y una válvula que facilitará el aliviado del aceite y que suele encontrarse en el interior de la misma bomba de aceite o en el bloque de motor.
¿Qué elementos forman parte de la bomba de aceite y cuál es su función?
Es importante añadir que a mayor presión en un motor, más elevada será la temperatura a la que se encontrará el aceite. Este hecho hace que en motores que trabajan a mayores revoluciones sea necesario incorporar un radiador en el circuito de aceite, de forma que la temperatura de trabajo se mantenga constante y no afecte al rendimiento.